Garcilaso de la Vega

Temas

El tema fundamental de la lírica garcilasiana es el amor, centrado en la figura de Isabel Freyre, dama portuguesa de la reina que se casó con otro hombre y falleció después. Su sentimiento no pasó, por tanto, de una experiencia espiritual y poética, pues también Garcilaso se había casado previamente en un matrimonio de conveniencia, práctica usual en la época.
El tratamiento del amor responde a la concepción neoplatónica: un sentimiento espiritual que ve en la hermosura femenina un reflejo de la belleza ideal, cuya contemplación permite el perfeccionamiento moral del amador. El amor vivido, unido a su formación humanística y al sabio empleo del lenguaje poético, dan origen a sus composiciones amorosas.

La naturaleza tiene una presencia determinante en su lírica como escenario o testigo de historias amorosas, a modo de locus amoenus. Por su presentación idealizada revela la influencia de obras clásicas y renacentistas.

Estilo

Además de la utilización de recursos procedentes de la poesía italiana y de la imitación de modelos clásicos, los rasgos formales de la escritura de Garcilaso son los propios de la lírica renacentista. Estos rasgos son claridad, naturalidad, musicalidad, elegancia sin afectación y equilibrio entre la pasión y la contención expresiva.

Obra

Garcilaso escribió sonetos y canciones petrarquistas, en los que combina la retórica amorosa de esta corriente con algunas influencias de la lírica castellana de cancionero. Compuso también dos elegías que por sus contenidos se acercan al género de la epístola. Son las églogas las composiciones que más fama le han dado a Garcilaso.

Garcilaso compuso tres églogas:
Égloga I. Dos pastores, Salicio y Nemoroso, se quejan respectivamente del desdén de su amada y de su muerte. Se han interpretado sus figuras como un desdoblamiento poético del propio Garcilaso, quien a través de ellos expresaría su amor por Isabel Freyre y el dolor tras su muerte.
Égloga II. Es la más extensa y relata los amores desgraciados de la pastora Camila y de Albanio, que representaría al duque de Alba o a su hermano, personajes ambos próximos a Garcilaso.
Égloga III. En ella aparecen cuatro ninfas del río Tajo que bordan tapices en los que se representan diversas historias de amor. Tres de ellas son de contenido mitológico y en otra aparecen la ninfa Elisa y el pastor Nemoroso, representaciones poéticas de Isabel Freyre y Garcilaso.