Tirso de Molina

Gabriel Téllez, Tirso de Molina, (Madrid 1579-Almazán, Soria 1648), fue fraile mercedario y ocupó un lugar destacado dentro de la orden. Su actividad como autor de comedias le provocó diversos problemas con la Junta de Reformación de Costumbres, a cargo del conde-duque de Olivares. Residió en diversos lugares de España y fue lector de Teología en Santo Domingo entre 1616 y 1618.

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Características

Algunos de los rasgos de la producción teatral de Tirso de Molina, como las preocupaciones morales, el estilo más elaborado o la mayor complejidad de las comedias, lo aproximan al teatro de Calderón.

Su producción dramática se distingue, especialmente, por una mayor profundidad psicológica de los personajes. En concreto, destacan en sus comedias las figuras femeninas, que adquieren fuerte carácter: ellas mismas ejecutan la venganza y afirman su personalidad en la obra, para lo que se emplea a menudo el recurso del disfraz. Las comedias de Tirso presentan un juego de apariencias y engaños que se resuelve de forma repentina, feliz y pacífica.

Obra

La labor dramática de Tirso de Molina abarca los subgéneros teatrales habituales en este siglo, de forma que se puede clasificar en los siguientes grupos:

  • Dramas históricos. Estos dramas ponen en escena el heroísmo de figuras históricas como la de María de Molina, reina medieval de Castilla, en La prudencia en la mujer.
  • Dramas bíblicos. En los dramas de este tipo el autor adapta, actualizándolos, asuntos del Antiguo y el Nuevo Testamento. Pertenecen a este grupo títulos como La mejor espigadera y La venganza de Tamar.

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  • Comedias de costumbres y de intriga. Este tipo de comedias trata, con ironía y humor, el juego de intereses que mueve las relaciones sociales. Forman parte de este grupo El vergonzoso en palacio o Don Gil de las calzas verdes.

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  • Tragedias sobre la libertad y la predestinación. A este grupo pertenecen los títulos que más fama le han dado a Tirso: El condenado por desconfiado y El burlador de Sevilla, obra con la que el autor crea el conocido mito de don Juan.

El mito de Don Juan: el Burlador de Sevilla

El burlador de Sevilla y convidado de piedra, al igual que muchos de los personajes del teatro greco-latino, es un título parlante. En él se ponen de manifiesto los elementos que definirán el posterior contenido: Burlador, el protagonista que se burla, que nos remite al engaño y desprecio de los demás.

Está protagonizada por el joven noble don Juan, dedicado a la seducción y al engaño de mujeres. No acata ninguna norma moral ni escucha los consejos y advertencias sobre el peligro que corre su alma, respondiendo siempre con su frase tan largo me lo fiais. Así, el protagonista vive exclusivamente el presente, de espaldas a la religión y a la moral.